Este viaje tiene muchos sentidos y significados, para
empezar, puedo decir que era el viaje de despedida de Juan que ya en breves
deja Barcelona en busca de nuevos horizontes, era el viaje del reencuentro con
Nico, de 3 almas viajeras que un día coincidieron en Santa Teresa, Costa Rica,
curiosamente el lugar donde nos conocimos los 3, también el de la reconexión
con Alex que nos abrió las puertas de su casa y muchos más…
Teníamos ante todo un objetivo claro, ¡Toulouse! Que por
cierto, nos encantó… A pesar de que las primeras sensaciones no fueron buenas,
imagino que fruto de nuestra hora de llegada, pasada las 21h de un martes, con
cansancio acumulado y sobretodo por la falta de identidad que nos produjo la
ciudad en ese instante… Sin embargo todo esto cambió cuando nos levantamos,
parecía que nos habían cambiado la ciudad, la luz de sol iluminaba Toulouse, en
cada rincón nos topábamos con una terracita con ese aire afrancesado que añorábamos
en nuestra llegada, me pareció una ciudad muy bohemia, con muchos pequeños
bares alternativos, con mucha diversidad de culturas y de estilos urbanos, además
de ser una ciudad muy joven. Caminando nos topamos con el mercado, y donde
hicimos una breve parada para hacernos con los productos necesarios para
preparar a los anfitriones una merecida cena, unos mejillones de bouchot, unas
sardinas, ensaladita y, como no, una selección de quesos.
Era hora de comer, así que nos dirigimos a los alrededores
del Capitol donde nos encontramos con un pequeño restaurante llamado Le May
situado en una esquina un poco apartado de la multitud y en la calle con el
mismo nombre, Le May, 4. Recomendable totalmente, por 12’50€ p/p comimos increíble,
de primero una terrina de foie gras Juan y yo unos huevos cocotte al roquefort,
de segundo Onglet de ternera a la pimienta, de postres mousse de chocolate y
coco y todo esto acompañado con media jarra de tinto, exquisito… Y el trato de
las camareras, magnífico… Un gran lugar que recomiendo a todo quién visite
Toulouse. http://lemay-toulouse.fr/
Tras suculento almuerzo llego la siesta, siesta que
aprovecharé para contaros la anécdota más bonitas del viaje, el ¿cómo
encontramos a Nico? No pudimos contactarlo antes de salir Barcelona, fue
imposible… Sabíamos que estaba en Toulouse y que estaba de manager de un bar
argentino u uruguayo… Esta misma información se la hicimos saber a Alex en
nuestra llegada que enseguida nos dio una pista importantísima: EL CHIVITO. Un
restaurante que además estaba a 3 manzanas de su casa, así que al poco de
llegar a la ciudad, tras ver la derrota de Francia contra Ucrania nos dirigimos
a este local. No lo vimos dentro, así que preguntamos a la camarera si conocía
a un tipo argentino de nombre Nico, bajito… Y su respuesta fue: “claro que sí,
trabaja aquí…” Lo que justo esa noche no trabajaba y tenía el móvil apagado,
habría que esperar hasta el día siguiente y sorprenderlo… Ahí recién empezamos
a despertar del sueño, un sueño que estaba muy cerca de hacerse realidad…
Antes de cenar, nos fuimos a tomar un par de birras a una de
las tantas plazas de la ciudad, ahí fue cuando realmente nos dimos cuenta de lo
juvenil que era esta ciudad, Toulouse nos estaba enamorando con sus encantos… Llegaba
la hora de cenar y de agradecer a Alex, Audrey, Adri y Julian su tremenda
hospitalidad. Así que empezamos con unos mejillones a la marinera de primero y
unas sardinas a la plancha cocinadas con ajo y perejil acompañadas de una
ensalada de tomate, cebolla y aguacate. De postre un surtido de quesos fuertes,
de esos que le gustan a Alex, y melón. Mmm… Una cena que sirvió para conocernos
todos un poco más y para compartir un momento más que agradable… ¡Gracias
chicos!
Durante la cena nos llegó una llamada de Nico en la que nos
decía que se pasaría por casa de Alex cuando terminara de trabajar… Y así fue…
Pasada media noche nos comimos a Nico a abrazos en el pasillo de la casa, no
podíamos creerlo, él menos… Muchas sensaciones emergieron de nuestros adentros,
sensaciones olvidadas que brotaron de nuestras almas, éramos felices
nuevamente, igual que cuando lo fuimos en Costa Rica, ahora 3 años más tarde… Era
hora de celebrar…
Primera parada: Una cava de rones… que rica forma de
empezar, con una serie de ron miel y una segunda tanda de ron albaricoque. Refrescantes
y con sabor centro americano, justo donde comenzó todo… De ahí al restaurante
de una amiga de Nico, situado frente a una plaza en la que vi la parte más
bohemia de Toulouse, montón de músicos, gente alternativa, buena vibra… Nos
metimos en el restaurante, ya cerrado, de Cecile, que nos recibió como en su
casa, a barra libre de cerveza, bonita charla, tratando de sacar conclusiones
de donde estábamos parados, la ciudad me estaba pareciendo fantástica… Lo que
fue curioso fue que no conocí a nadie de Toulose, y eso que nos cruzamos mínimo
con 20 franceses, todos de diferentes puntos de Francia… Curioso, ¿no?
Despertamos tras 10h largas de sueño… Ambos con sonrisas de
oreja a oreja, el reencuentro fue increíble y ver Toulouse “desde dentro” acabo
conquistando nuestros débiles corazones, siempre abiertos a nuevos sitios… Era
nuestro último día y justo daba comienzo la Fête de la musique de Toulouse, que parece ser
que es una fiesta nacional, en la que los músicos tienen rienda libre a
plantarse en cualquier punto de la ciudad y deleitarnos con su música…
El punto de encuentro con Nico esta vez sería en el
restaurante Le Pery, situado en la
Rue de Gabriel Pery… Ahí nos esperaba junto a su encantadora
chica Lucie, de la Bretaña
francesa. Una comida más que agradable, terracita bajo el sol y viejos buenos
recuerdos salieron sobre la mesa, además del futuro… Siempre “on the road”… Después
de comer sesión de fotos y videos made in Costa Rica, un espectáculo…
Llegaba el último paseo, Nico quería enseñarnos la parte del río, donde justo
estaban montando las carpas de Trance y electrónica, una en un parque frente al
río y otra bajo el puente… Esto ya fue flechazo directo al corazón… ¡Hasta
pronto Nico! Siempre juntos…
Juan, y a ¿ti? Que más decir… Disfruta de “le France”,
disfruta de ese viaje de la mano del amor… Pronto estaremos en otro punto del
planeta dando lo mejor de nosotros… Mucha suerte hermano…
¡FLECHAZO TOULOUSE!