viernes, 22 de junio de 2012

Wolf x Toulouse


Este viaje tiene muchos sentidos y significados, para empezar, puedo decir que era el viaje de despedida de Juan que ya en breves deja Barcelona en busca de nuevos horizontes, era el viaje del reencuentro con Nico, de 3 almas viajeras que un día coincidieron en Santa Teresa, Costa Rica, curiosamente el lugar donde nos conocimos los 3, también el de la reconexión con Alex que nos abrió las puertas de su casa y muchos más…


Teníamos ante todo un objetivo claro, ¡Toulouse! Que por cierto, nos encantó… A pesar de que las primeras sensaciones no fueron buenas, imagino que fruto de nuestra hora de llegada, pasada las 21h de un martes, con cansancio acumulado y sobretodo por la falta de identidad que nos produjo la ciudad en ese instante… Sin embargo todo esto cambió cuando nos levantamos, parecía que nos habían cambiado la ciudad, la luz de sol iluminaba Toulouse, en cada rincón nos topábamos con una terracita con ese aire afrancesado que añorábamos en nuestra llegada, me pareció una ciudad muy bohemia, con muchos pequeños bares alternativos, con mucha diversidad de culturas y de estilos urbanos, además de ser una ciudad muy joven. Caminando nos topamos con el mercado, y donde hicimos una breve parada para hacernos con los productos necesarios para preparar a los anfitriones una merecida cena, unos mejillones de bouchot, unas sardinas, ensaladita y, como no, una selección de quesos. 




Era hora de comer, así que nos dirigimos a los alrededores del Capitol donde nos encontramos con un pequeño restaurante llamado Le May situado en una esquina un poco apartado de la multitud y en la calle con el mismo nombre, Le May, 4. Recomendable totalmente, por 12’50€ p/p comimos increíble, de primero una terrina de foie gras Juan y yo unos huevos cocotte al roquefort, de segundo Onglet de ternera a la pimienta, de postres mousse de chocolate y coco y todo esto acompañado con media jarra de tinto, exquisito… Y el trato de las camareras, magnífico… Un gran lugar que recomiendo a todo quién visite Toulouse. http://lemay-toulouse.fr/






Tras suculento almuerzo llego la siesta, siesta que aprovecharé para contaros la anécdota más bonitas del viaje, el ¿cómo encontramos a Nico? No pudimos contactarlo antes de salir Barcelona, fue imposible… Sabíamos que estaba en Toulouse y que estaba de manager de un bar argentino u uruguayo… Esta misma información se la hicimos saber a Alex en nuestra llegada que enseguida nos dio una pista importantísima: EL CHIVITO. Un restaurante que además estaba a 3 manzanas de su casa, así que al poco de llegar a la ciudad, tras ver la derrota de Francia contra Ucrania nos dirigimos a este local. No lo vimos dentro, así que preguntamos a la camarera si conocía a un tipo argentino de nombre Nico, bajito… Y su respuesta fue: “claro que sí, trabaja aquí…” Lo que justo esa noche no trabajaba y tenía el móvil apagado, habría que esperar hasta el día siguiente y sorprenderlo… Ahí recién empezamos a despertar del sueño, un sueño que estaba muy cerca de hacerse realidad… 


Antes de cenar, nos fuimos a tomar un par de birras a una de las tantas plazas de la ciudad, ahí fue cuando realmente nos dimos cuenta de lo juvenil que era esta ciudad, Toulouse nos estaba enamorando con sus encantos… Llegaba la hora de cenar y de agradecer a Alex, Audrey, Adri y Julian su tremenda hospitalidad. Así que empezamos con unos mejillones a la marinera de primero y unas sardinas a la plancha cocinadas con ajo y perejil acompañadas de una ensalada de tomate, cebolla y aguacate. De postre un surtido de quesos fuertes, de esos que le gustan a Alex, y melón. Mmm… Una cena que sirvió para conocernos todos un poco más y para compartir un momento más que agradable… ¡Gracias chicos!






Durante la cena nos llegó una llamada de Nico en la que nos decía que se pasaría por casa de Alex cuando terminara de trabajar… Y así fue… Pasada media noche nos comimos a Nico a abrazos en el pasillo de la casa, no podíamos creerlo, él menos… Muchas sensaciones emergieron de nuestros adentros, sensaciones olvidadas que brotaron de nuestras almas, éramos felices nuevamente, igual que cuando lo fuimos en Costa Rica, ahora 3 años más tarde… Era hora de celebrar…

Primera parada: Una cava de rones… que rica forma de empezar, con una serie de ron miel y una segunda tanda de ron albaricoque. Refrescantes y con sabor centro americano, justo donde comenzó todo… De ahí al restaurante de una amiga de Nico, situado frente a una plaza en la que vi la parte más bohemia de Toulouse, montón de músicos, gente alternativa, buena vibra… Nos metimos en el restaurante, ya cerrado, de Cecile, que nos recibió como en su casa, a barra libre de cerveza, bonita charla, tratando de sacar conclusiones de donde estábamos parados, la ciudad me estaba pareciendo fantástica… Lo que fue curioso fue que no conocí a nadie de Toulose, y eso que nos cruzamos mínimo con 20 franceses, todos de diferentes puntos de Francia… Curioso, ¿no? 



Despertamos tras 10h largas de sueño… Ambos con sonrisas de oreja a oreja, el reencuentro fue increíble y ver Toulouse “desde dentro” acabo conquistando nuestros débiles corazones, siempre abiertos a nuevos sitios… Era nuestro último día y justo daba comienzo la Fête de la musique de Toulouse, que parece ser que es una fiesta nacional, en la que los músicos tienen rienda libre a plantarse en cualquier punto de la ciudad y deleitarnos con su música…

El punto de encuentro con Nico esta vez sería en el restaurante Le Pery, situado en la Rue de Gabriel Pery… Ahí nos esperaba junto a su encantadora chica Lucie, de la Bretaña francesa. Una comida más que agradable, terracita bajo el sol y viejos buenos recuerdos salieron sobre la mesa, además del futuro… Siempre “on the road”… Después de comer sesión de fotos y videos made in Costa Rica, un espectáculo… Llegaba el último paseo, Nico quería enseñarnos la parte del río, donde justo estaban montando las carpas de Trance y electrónica, una en un parque frente al río y otra bajo el puente… Esto ya fue flechazo directo al corazón… ¡Hasta pronto Nico! Siempre juntos… 





Juan, y a ¿ti? Que más decir… Disfruta de “le France”, disfruta de ese viaje de la mano del amor… Pronto estaremos en otro punto del planeta dando lo mejor de nosotros… Mucha suerte hermano…

¡FLECHAZO TOULOUSE!

1 comentario:

  1. me encanta tu barba , y espero que lo hiciste los moules con un buen vino blanco o con un fino !!!!! besitos madrina

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